Pequeños placeres

Hoy me siento bien ¿Y sabeis porque? Porque he decidido que voy a darle más importancia a los pequeños placeres y voy a dejar de lado el dolor. Porque siempre es lo mismo. por cada alegría vienen 8 palos. Y yo ya no aguanto más. A partir de ahora no me va a afectar el amor ni nada que me pueda perjudicar. Me voy a centrar en pedir deseos a los abuelitos, en sonreir cuando vea un perro bonito, disfrutar del primer helado del verano, pisar la arena de la playa, morderse las uñas, comerse una tarta de chocolate, el primer cigarro del día, ver a los niños reir, disfrutar de los abrazos de mis amigas, disfrutar cada fiesta como si fuera la última...en resumen, me voy a centrar en ser feliz.

La felicidad no es una meta, sino una manera de vivir.