miércoles, 18 de marzo de 2015

Disolvente.



Estoy cansada de las historias que terminan bien, con finales felices y festines a costa de las perdices. Estoy harta de ver películas, leer libros y escuchar cuentos que no se asemejan a la vida real. Claro que a todos nos gusta sumergirnos en un mundo de fantasía que nos saca de nuestra triste rutina, por eso es por lo que invertimos tiempo en cultura, pero alguna vez, quiero algo diferente como un micro relato que me cuente que no le perdonó, que no se volvieron a ver, que él no miró atrás, que ella no estaba esperando en la estación o que simplemente me diga que la persona con la que ha vivido 350 páginas no era el amor de su vida. 

La mente de cada ser humano es diferente, y es imposible contentarnos a todos. La imaginación es la única cosa posible que nos puede hacer ser lo que queramos que sean los demás o nosotros mismos. Yo quiero una vida con final feliz, sin piedras en el camino y con un inicio simple, por muy emocionante que resulte dar la vuelta al mundo en cortacesped. 

Todos necesitamos acción en nuestro día a día, pero en la justa medida. Pedimos historias que nos hagan reír, soñar, amar, llorar y odiar. Pedimos finales que nos sorprendan y principios que nos enganchen, en definitiva, pedimos la historia que nunca vamos a tener. Por eso queremos un final feliz, porque nos ponemos en la piel de los personajes soñando ser como ellos, o tener una vida semejante. Y aunque sepamos que no es cierto, nunca vamos a dejar que nos digan que el hombre de tu vida o la mujer que siempre has estado buscando acabará engañándote, mintiéndote o simplemente muerta.

Total, ¿para que queremos estar preparados para el último día cuando podemos vivir angustiados en el qué me regalará mañana?

viernes, 13 de marzo de 2015

T.

-He pensado en lo que me dijiste, ¿sabes? Y creo que no es el mejor momento de hacerlo, no estamos bien, ya no confiamos entre nosotros ni en nosotros mismos, hace tiempo que no somos felices. ¿Crees que irnos y abandonar todo va a solucionar las cosas? Lo nuestro hace mucho que esta muerto y ambos nos hemos dado cuenta aunque hayamos preferido mirar para otro lado. Ya no me hacen gracia tus chistes, le he cogido manía a tus ronquidos, no salgo del trabajo antes por verte, los hombres de mi alrededor están comenzando a parecerme atractivos, no les hablo sobre ti a mis nuevas amistades, porque las estoy haciendo, ¿sabes? Ya no me haces feliz y no creo que sea culpa tuya, aunque intente odiarte, despreciarte e insultarte, eres un hombre demasiado bueno. Es más, puede que no vuelva a conocer a alguien como tú en lo que me reste de vida. No te merezco, me has dado todo sin siquiera pedírtelo desde que nos conocemos y yo me he dejado hacer. Te he abandonado y lo peor, nunca te he pertenecido. He olvidado lo que es el amor, la paz conmigo misma. Me he perdido al intentar quererte y me he dejado llevar por la comodidad. No me mires así porque sabes que es cierto, tienes todo el derecho a enfadarte y detestarme. Has estado cada minuto junto a mi este último mes, me has abrazado cuando lo he necesitado, me has puesto tu hombro para llorar, has comprado la corona de flores por mi, le diste su última risa y su ultimo apretón de manos y no solo por mi, sino por él, también te importaba y se había convertido en un pilar en tu vida. Has sufrido en silencio y estabas ahí para todos. Han terminado sus 35 años juntos, de amor, de confianza y mi madre esta destrozada. Yo también quiero mi derecho a 35 años de felicidad, pero ahora estoy segura de que no lo van a ser junto a ti. Lo siento.

No hizo falta ni una palabra más. Soltó la última rosa en la lápida y se marcho. La quería demasiado como para suplicar.


sábado, 4 de mayo de 2013

Se trata de encontrar el equilibrio justo.



     Caminaba dirección a ninguna parte y acompañada simplemente de su propia sonrisa. Sonaba “I could be the one” y ella bailaba disimuladamente a ritmo de la música, cuando al girar la cabeza, divisó en el parque a una joven, unos pocos años menor que ella. Se aventuraría a decir que unos 19. Cuando la miró se fijó en que la chica estaba llorando. Normalmente pasaría de largo y simplemente especularía sobre lo que le había pasado, pero en esa ocasión fue diferente, no sabe si fue por su mirada, por su postura, por sus lágrimas o por qué, que decidió acercase. Al hacerlo, la joven levantó la cabeza y le dio un abrazo, puede que uno de los abrazos más profundos y sentidos de su vida. Sin que Ari le dijese nada, la chica le contó su situación. Al escucharlo, decidió contarle una pequeña historia, parte de ficción, mayoría realidad:

“Te voy a contar una historia que demuestra como en cuestión de minutos tu vida puede dar un giro de 180º. Hubo un tiempo en que una chica, de edad parecida a ti, pasaba todos los días a la misma hora por el mismo parque para fijarse en una única persona. Un chico que todos los días se sentaba a la sombra del mismo árbol, ya fuese invierno o verano, con la única compañía de un libro. Por más que la chica se fijase y se acercase a él, él nunca levantaba la cabeza, porque al parecer solo le interesaba su lectura, o eso pensaba ella. Un día, tras darle 1000 vueltas a la cabeza, se decidió en que era hora de hablarle, y cuando llegó al parque se dio cuenta de que aquel joven apuesto estaba con otro chico, al parecer un amigo, por lo que decidió que no era un buen día para hablar con él. Al día siguiente se dio la misma situación y al otro y al otro. Hasta que un día, el apuesto chico no estaba, solo quedaba el amigo. Y al día siguiente solo estaba el amigo y al otro y al otro. Como cada tarde, la chica pasó por el parque cuando de pronto, alguien la saludó. Ella se sorprendió al darse cuenta de que era el amigo del apuesto joven. El chico se fijó en su expresión a lo que le dijo: no se por qué te sorprendes, cada día que pasas a la misma hora por este mismo parque levanto la cabeza para mirarte y te saludo con la mano, pero estas tan centrada en tus pensamientos que nunca te giras para mirarme. En cambio, cuando era mi amigo el que estaba aquí, hacías lo que fuese para que él te mirase, por eso estoy yo ahora aquí, para que te des cuenta de que la vida no se trata de una sola persona. Que en cualquier momento se puede alterar tu triste rutina para ponerte delante algo que seguramente no quieras ver y lo dejes pasar. Algo que puede que si te das cuenta a tiempo, sea una de las mejores cosas de tu vida. Porque aunque creas que a ti no te va a pasar, en cualquier momento, cualquier persona se puede enamorar de ti.”

Cuando Ari concluyó, la chica levanto la cabeza, la miró a los ojos y sonrió. Y en ese momento, se dio cuenta de que había hecho bien en acercarse a ella, porque de cierta manera, le recordaba a ella unos años antes.

martes, 22 de enero de 2013

Muy pocas personas, demasiada gente.


Como recomendación, nunca te hagas ilusiones con algo de lo que no estés segura. Porque por norma general, siempre pasa lo peor. Y esta vez, no creo que haya excepciones que confirmen la regla, es así y punto.
Es como cuando tiras la piedra y escondes la mano – puede que no sea el mejor ejemplo, pero voy a explicarme – cuando alguien tira la piedra y esconde la mano rápidamente, tu te haces una idea de quien ha sido el desgraciao, pero no lo sabes a ciencia acierta. Puedes estar convencida, porque te ha dado motivos para creerlo, pero nunca puedes estar segura, porque esa persona no te lo ha dicho.

Así que yo hago mi recomendación – nunca un consejo, ya que no soy muy partidaria de ellos. Ya que en mi opinión los consejos generalizan y no se puede hablar de una multitud porque cada persona es diferente – no te sientes en una silla a pensar como te gustaría que fuese todo, ni a imaginarte conversaciones cuando estés con él, conversaciones que nunca vais a tener, ni te pongas a pensar en cosas o sucesos que él ha provocado que hagan que estés mirando a la pared como una tonta, porque si tu sexto sentido te dice que sí, esta vez es que sí, que un simple hecho te ha despertado algo que te va a hacer lanzarte al vacío sin paracaídas, pues adelante, apunta y dispara. Y si en el último instante algo te dice que no, pues construye tu propio paracaídas, total, nunca es tarde para nada.

Resumiendo, espabila de una vez si quieres conseguir algo que de verdad crees que para ti vale la pena, y no empieces a imaginarte con él en París, sentados juntos en una terraza, con gafas de sol, tomando un café y sonriéndoos el uno al otro. Porque la imaginación es bonita, pero no hace milagros.

Si crees que algo merece la pena tanto o más como para armarte de valor y dejar tus miedos atrás, es que de verdad te interesa, y si es así, entonces, no habrá diferencia entre tú y yo.

                                                                                                     Fdo: tu interior.


martes, 11 de diciembre de 2012

Busca tu camino en otra parte.


Tumblr_lvwkd6eabo1r6m5x7o1_400_large


Puede que haya tardado demasiado, pero nunca es tarde para nada. Creo que por fin me he dado cuenta, y creo que por fin puedo decirlo con total seguridad. Se que estoy mejor sin ti.

Ahora ya ha pasado el tiempo y la verdad es que ha pasado bastante desde la última vez que te vi, y aunque suene extraño no me arrepiento. Me estoy dando cuenta de que no eres esencial en mí día a día, ni siquiera eres un pilar firme en mi vida. Has pasado a ser un muro de carga, la estabilidad que hacia que no temblasen mis cimientos, a ser un simple tabique que estoy a punto de derribar. Un tabique que no echare en falta, porque ahora será más amplio el espacio. Un espacio sin ti.

Y todo esto no es porque haya entrado otra persona en mi vida y te haya ido desplazando, al contrario, te he ido desplazando yo, para no tener miedo, cuando sea el momento, de que entre otra persona en mi vida.

Esto no es una despedida, porque si me necesitas voy a estar aquí, si tu quieres estaré para soportar y ayudarte en tus cimientos, pero no para quedarme y unirme a ellos. Para eso ya tuviste tiempo, un tiempo que no supiste aprovechar.

Así que si nos volvemos a ver, te saludare, tu me sonreirás y nos daremos cuenta de que nuestro sexto sentido funcionó. Ahora somos felices y cada uno por nuestro lado, mientras busco el tiempo que perdí. Porque se que hoy estoy mejor sin ti.

lunes, 27 de agosto de 2012

Reviví para ti.


Puede que vaya siendo hora de ir espabilando y echarle un par de narices a la vida. Ya es hora de que empiece a pensar en mi misma y no en las personas que me rodean. Este es el momento de que las palabras que sueltan por la boca las malas lenguas no me afecten. Es más, ni las voy a escuchar.

Porque joder, el verano esta llegando a su fin y este es mi momento. Se que han cambiado muchas cosas, que ojalá, fuesen como antes… Como aquellas noches en las que te acercabas a mí sin que nadie te dijese nada ni te influenciasen. Pero ahora todo es diferente, ahora simplemente me haces gestos desde la distancia, que hacen que me hunda cada día más.

Se que dijiste que me iba a enfrentar a ti, que te iba a mirar a los ojos y que ibas a escuchar cada palabra que saliese de mi boca. Se que dije que iba a resolver esta duda que me consume poco a poco, que tú me la ibas a resolver. Y también se perfectamente que no lo hice.
Pero he tenido todo el verano para aclarar mis ideas y he tomado una decisión: si alguien tiene que saber lo que siento, eres tú. Porque nunca es tarde para nada.

“Los que aseguran que es imposible, no deberían interrumpir a los que estamos intentándolo.”

Mi decisión no se basa en que simplemente me arme de valor para mirarte a la cara y decirte lo que siento. También se basa en luchar por lo que uno quiere, y yo se que te quiero a ti. Así que cuando todo salga a la luz escucharé tu respuesta como si no hubiese otra persona en el mundo.
Si tu respuesta es que sí, prometo ser la que te diga “buenas noches príncipe de Mayne, rey de Nueva Inglaterra”. Pero si es que no, no se va a acabar ahí, porque por fin, he decidido luchar por lo que quiero. Y tengo claro que te quiero a ti. Porque aunque seas idiota, quiero a mi idiota.
Porque si tú me dejas, prometo hacer lo imposible para que esta vez, te enamores de mí.